Barranco del Río Vero

Barranco del Río Vero
12/07/08

Categoría: Nivel I
Roca: Caliza
Longitud: 8 km
Desnivel: 250 m
Aproximación: 10 min
Recorrido: 6 h
Retorno: 30 min
Material: Neopreno y casco

El clásico de los clásicos de la Sierra de Guara. Un barranco de iniciación, que requiere cierta condición física por su longitud. Un recorrido muy acuático, con pequeños saltos, toboganes, estrechos, caos… Un descenso imprescindible que finaliza en la villa medieval de Alquézar.


Desde Alquézar tomamos dirección Colungo y seguimos dirección Lecina y Bárcabo. Aproximadamente a la altura del kilómetro 13 de la carretera HU-340, y antes de llegar a los pueblos nombrados, encontramos un pequeño parking a mano izquierda. Si contratamos un guía, una cómoda opción es hacer el trayecto en autobús, que nos dejará en la cabecera del barranco.


La aproximación la haremos por la garganta de Lecina, donde el cañón posee múltiples cavidades creadas debido a que el agua ha ido arrancando pacientemente los materiales más blandos de la montaña. En el interior de algunas de estas cavidades podemos encontrar pinturas rupestres que han sido declaradas patrimonio mundial por la UNESCO.

Ya en el cauce del Vero, una larga badina nos da la bienvenida al cañón para al poco aparecer a nuestra derecha el Barranco de Basender. Ya cerca de otra confluencia, esta vez con el barranco de la Choca, el mayor afluente del Vero, levantamos la vista para contemplar la multitud de abrigos y bóvedas excavadas por la antigua acción del agua.

Tras un nuevo tramo de badinas, aparecen ante nosotros Los Oscuros, sin duda la parte más bella y espectacular de todo el recorrido. Son unos 200 metros de paso semi-subterráneo con pozas perfectamente excavadas y unidas entre si, y todo bajo inmensos bloques de roca encajonados en el cañón, resultado de sucesivos desprendimientos de las partes altas.


Pozas, badinas y pasillos inundados nos conducirán hasta La Cocineta y su marmita gigante. En esta zona nos reciben enormes murallones, es la zona del desfiladero de Las Clusas y su Gran Visera.

Una serie final de caos y badinas nos conducen a la parte final del recorrido, es la Garganta de Villacantal y su caos. El puente románico de Villacantal marca el final de nuestro recorrido, pues decidimos ascender al pueblo de Alquézar por la senda que parte del mismo puente. Otra opción es continuar bajando por el río hasta la presa y desde aquí remontar hasta la villa de Alquézar, opción esta última recomendable si el sol aprieta.