19 al 23 de julio de 2009
Este es el relato de la aclimatación que realizamos durante cuatro días en los alpes franceses y suizos acompañados de un guía. Con él, aprendimos técnicas de progresión en hielo, cordada, rescate en grietas y lo más importante de todo, estos cuatro días servirán para que nuestro cuerpo se adapte a las alturas.
Material: Casco, arnés, cuerda, mosquetones, clavos de hielo, piolet, bastones y crampones.
19/07/09 Chamonix - Mer de Glace - Refugio de Albert I
El día amanece nublado y con una ligera lluvia. Son las 7:30 de la mañana y desde Argentiere, lugar donde hemos dormido, nos dirigimos hasta la estación de Montenvers para tomar el tren cremallera que nos llevará hasta el glaciar de Mer de Glace (23 euros ida y vuelta).
Nuestra primera sorpresa al llegar al glaciar es comprobar el enorme retroceso que ha sufrido este. Unos carteles indicadores nos permiten ver, que si bien la masa de hielo ha ido retrocediendo de forma continuada desde tiempo remoto, en los últimos 20 años el retroceso a sido espectacular.
Debido a este retroceso, hemos de caminar un buen rato para poder adentrarnos de lleno en el hielo y empezar a practicar las técnicas de progresión. Es la conocida ‘Escuela de Hielo’ y nos encontramos rodeados de alpinistas realizando las prácticas.
Progresión sobre hielo en cordada
Progresión sobre hielo en cordadaSobre las 14:00 horas tomamos de nuevo el tren cremallera para volver a Chamonix y dirigirnos hacia el pueblo de Tour, a unos diez kilómetros. En dicho pueblo tomaremos primero el telecabina de Chamarillon-Balme y posteriormente un telesilla que nos dejará a unos 2.200 metros de altura (17 euros ida y vuelta).
Desde este punto empezamos a caminar por un sendero en dirección sur y en unos 45 minutos llegamos a las orillas del Lago Charamillon. Al cumplirse la hora de camino llegamos al Refugio de Albert I (2.700 m). Desde su terraza podemos contemplar los magníficos y peligrosos seracs del Glaciar de Tour. Estos grandes bloques de hielo se desplazan de forma continuada pero casi imperceptible y en cualquier momento se pueden desprender.
Teléfono refugio Albert I: +33 04 50 54 06 20.
Teléfono refugio Albert I: +33 04 50 54 06 20.
El refugio se encuentra al límite de su capacidad y la cena nos la sirven a las 18:00 horas. Hemos hecho un desnivel de unos 530 metros desde el telesilla y antes de irnos a dormir contemplamos como los últimos rayos de sol acarician la impresionante y casi perfecta forma de la Aiguille de Chardonnet (3.824 m).
20/07/09 Refugio Albert I – Refugio de Trient
Dejamos el refugio a las 7:30 horas de la mañana en dirección Este. Enseguida nos colocamos los crampones y nos adentramos en el glaciar de Tour y ahora nos dirigimos dirección NE, hacia el Coll Blanc (3.405 m).
Antes de llegar al collado y descender en rapel hacia el Plateau de Trient, dejamos nuestras pesadas mochilas para acometer la ascensión al Petit Fourche (3.520 m). El primer tramo de la ascensión lo hacemos sobre nieve y hielo, para luego quitarnos los crampones y llegar a la cima trepando (grado I y II).
Desde la cima del Petit Fourche tenemos una buena panorámica sobre el Grande Fourche (3.619 m) y todo su circo. Empieza a soplar un fuerte viento y emprendemos la bajada hasta el Col Blanc.
La única forma de salvar el collado es montando un rapel de más de 40 metros y salvar la importante cornisa que el viento y la nieve de forma paciente han ido formando hasta convertirla en una pared vertical en sus primeros tramos.
De esta forma tan peculiar entramos en Suiza. Hasta el refugio de Trient sólo nos separa la gran Meseta-Plateau de Trient. Después de la larga progresión salvando alguna que otra amenazadora grieta, llegamos al refugio donde disfrutaremos de sus modernas y ecológicas instalaciones (50 euros la media pensión). Son las 14:30 horas.
Teléfono refugio de Trient: +41 27 783 14 38.
Teléfono refugio de Trient: +41 27 783 14 38.
La Aiguille du Chardonnet al fondo. El ocaso del sol impregna
todo el macizo con unos tonos muy especiales
21/07/09 Refugio de Trient - Glaciar des Saleina – Refugio de Trient
El desayuno se sirve a las 5 de la mañana y a las 6 ya estamos en marcha. El cielo posee un azul muy amenazante, casi pétreo, que parece que en cualquier momento vaya a desplomarse encima de nuestras cabezas.
Nos adentramos en el Plateau de Trient en dirección SO para desviarnos dirección al Col Droit, collado desde el cual nos adentraremos en el Glaciar des Plines.
Es en esta zona donde realizamos prácticas de detención con el piolet. Para ello elegimos una pronunciada pendiente, que subimos una y otra vez, para lanzarnos por ella y detenernos como bien podemos.
Realizadas las prácticas, superamos el Col Droit, caminamos por enormes bloques graníticos que vamos dejando atrás en nuestra bajada, para finalmente llegar al refugio libre de Plines. Es aquí donde nos sorprendemos al ver lo que los suizos consideran un refugio ‘libre’, puesto que se encuentra equipado con todas las comodidades posibles, radio, mapas, sandalias, utensilios de cocina, papel en el retrete... un verdadero hotelito en medio de las montañas. Inimaginable en el Pirineo.
Después de comer y quedar anonadados por el magnífico panorama que nos rodea, Aiguilles Dorées, Glaciar de Saleina, Aiguille d’Argentiere, Aiguille du Chardonnet, el Grande Fourche y finalmente nuestro ya conocido Petit Fourche, nos sorprende una tremenda explosión que invade todo el valle. A lo lejos vemos como se ha desprendido una pequeñísima parte de un enorme serac, causando todo ese estruendo.
Dejamos el Refugio de Plines en dirección SO para adentrarnos en el Glaciar de Saleina y buscar el paso natural llamado Fenêtre de Saleina (Ventana de Saleina) que de nuevo nos llevará al Plateau de Trient.
Antes de volver de nuevo al Refugio, encontramos una enorme grieta a la que decidimos bajar para practicar el rescate en caso de caída accidental. Una vez en su interior observamos las maravillosas y extrañas formas que adquiere el hielo. Una trampa de lo más bonita y bella.
Llegamos al refugio hacia las 14:00 horas. Un día intenso, muy intenso.
El Mont Blanc, al fondo, aparece totalmente cubierto e inaccesible
22/07/09 Refugio de Trient – Chamonix
De nuevo el desayuno se sirve a las 5 de la mañana. Hemos escogido esta posibilidad para así llegar antes a Chamonix y ver como evoluciona el tiempo para nuestra ascensión al Mont Blanc. Las cosas no pintan nada bien, pues las informaciones que recibimos en el refugio son que en la zona del Mont Blanc se están dando rachas de viento de hasta 100 km/h a partir de los 3.500 metros, lo que elimina toda posibilidad de ascensión.
Ya de nuevo en el Plateau de Trient nos dirigimos primero dirección SO y luego hacia el Oeste, buscando el Collado de Tour y cruzando toda la helada meseta. El cielo, como casi todos estos días, es amenazador, aunque por suerte el fuerte viento que sopla, empieza limpiarlo de nubes.
Llegamos al pie de la Aguja de Tour, que ascenderemos antes de pasar por el Collado. A los pies de la Aiguille dejamos las mochilas y esperamos a que el helicóptero de rescate intente socorrer a una chica que a sufrido un ataque de epilepsia mientras intentaba la cima.
El fuerte viento impide el rescate y nosotros iniciamos la ascensión, primero por un corredor de nieve de gran pendiente y posteriormente ya sin crampones trepamos (grado I y II), hasta llegar a la estrecha y pequeña cumbre de la Aiguille du Tour (3.542 m).
Desde su cima la panorámica que nos rodea es espectacular. Lástima que lo que veamos no sea de nuestro agrado, pues una enorme nube lenticular cubre todo el macizo del Mont Blanc. Cosa nada alentadora para nuestro futuro ascenso.
Bajamos por la misma ruta de ascensión, para ya de nuevo con las mochilas, dirigirnos hacia el Col Superior du Tour que nos pondrá de nuevo en Francia dejando el país helvético atrás. En el collado el viento se vuelve casi huracanado, llegando en ocasiones a tumbarnos.
Encordados, y superando las siempre sigilosas y ocultas grietas, llegamos a nuestro ya conocido Refugio de Albert I. Desde aquí tomamos el sendero que nos llevará, después de tres días de trekking en altura, hasta el telesilla de Chamarillon-Balme. Llegamos al pueblo de Tour a las 14:00 horas.
En la estrecha cima de la Aiguille du Tour (3542 m),
un nuevo tres mil en nuestra lista
23/07/09 Chamonix
Se cumplen las peores previsiones y aunque el día amanece radiante en el pueblo de Chamonix, con una temperatura de 29 grados, para nuestra desgracia no ocurre lo mismo en el macizo del Mont Blanc. Incluso han llegado a cerrar el teleférico de l’Aiguille du Midi por la climatoligía adversa.
24/07/09 Chamonix
Parece que todo va de mal en peor, pues unas densas nubes tapan todo el Mont Blanc. Otro día de tiendas esperando el parte meteorológico y siempre mirando hacia el cielo.
25/07/09 Chamonix
Más de lo mismo. Un buen clima en Chamonix, que contrasta con las nubes del macizo. Pero un rayo de esperanza nos alumbra puesto que las previsiones para mañana son muy favorables y normalmente el grado de acierto de estas previsiones es muy elevado.
Estamos ansiosos por acometer la ascensión, después de tanta espera.
Ver también: Ascensión al Mont Blanc
Más fotos de la ascensión
Primer día
Prácticas con piolet en el Glaciar Mer de Glace
La salida del Glaciar Mar de Glace, la realizamos por una instalación de escaleras. Demasiado hierro para nuestro gusto
Enorme pared que salvaremos para dejar el Glaciar
Segundo día
Vistas del Glaciar du Tour con la nevada caída la noche anterior
y el contraste con el verde del valle
Al hielo y la nieve se unen unas nubes amenazadoras
Llegando al refugio de Albert I (2700 m)
Tercer día
7:30 am. Caminando en soledad hacia el Collado Blanc
Nieve y grietas invisibles bajo la nieve. Caminar siguiendo la senda
marcada la mejor manera de evitar sustos
Un ejemplo de las grietas (seracs) del glaciar, que se encuentran
escondidas bajo nuestros pies
La Aiguille du Chardonnet nos acompañará durante todo el día
Un rápido tentempié sin soltarnos de la cordada
En la cima del Petit Fourche (3520 m), al fondo
el Grande Fourche (3619 m)
Acercándonos a la gran cresta de hielo y nieve por la
que tendremos que rapelar
La única forma de seguir es practicando un rapel de más de 40 metros
que nos llevará a la planicie del Plateau de Trient en Suiza
Aunque parezcan cuadros, son las vistas desde el comedor del refugio
Un azul imposible nos recibe a las 6 de la mañana
La combinación de nubes y la salida del sol nos ofrece
bonitas postales de luz
Caen cuatro gotas, por suerte la cosa no irá a más. Mientras
buscamos la mejor forma de llegar al Glaciar des Plines
Descendiendo por el Col Droit hacia el Glaciar des Plines
Superado el primer desnivel, continuamos descendiendo entre
enormes bloques graníticos
Vistas de un enorme bloque de nieve y hielo que minutos antes
se desplomó causando un gran estruendo en todo el valle
Un retrete con vistas. Estos suizos son bien raros, ¡hasta había papel!
A la derecha el Petit Fourche, coronado el día anterior y
el Grande Fourche. El cielo se empieza a despejar
Refugio libre de Doreés. En mi vida habíamos visto un refugio libre
tan parecido a un hotel. ¡Increible!
Vistas de todo el Glaciar de Saleina
Descansando antes de continuar la marcha hacia la Fenetre (ventana)
de Saleina que será nuestro paso natural hacia el Plateau de Trient
Interior de una grieta que encontramos a nuestro paso y a la cual
descendimos en su interior
Finalizamos el día realizando prácticas de rescate de personas caídas en una grieta
Cuarto día
De nuevo las nubes nos ofrecen un espectáculo de luces y sombras
Planificando la ascensión a la Aiguille du Tour
Salvando el último desnivel importante antes de
empezar a trepar entre bloques
Grupos de alpinistas en espera a que un helicóptero
rescate a un accidentado que ha sufrido un ataque
de epilepsia mientras ascendía
rescate a un accidentado que ha sufrido un ataque
de epilepsia mientras ascendía
Tramo final de la ascensión a la Aiguille
Vistas desde la cumbre de la Aguja de Tour. Habitualmente
el Mont Blanc se vería al fondo de forma clara
Un bonito sendero nos llevará de nuevo al Valle de Chamonix, después
de pasar cuatro días a más de 2500 metros de altura
